Coincidencias
Anoche tuve un sueño angustiante. Estaba bajando en el subte en Buenos Aires, el subte B. Una de esas estaciones en las que el andén está en el medio, entre los subtes que van en las dos direcciones, probablemente Carlos Pellegrini o Florida. Los azulejos eran marrones, un color que correspondería más bien a una estación del subte A.
Bajaba por una escalera mecánica donde sé que no la hay. Y cuando llegaba al andén me daban un puñetazo en la cara, para robarme. En la siguiente escena es todo igual pero estoy bajando con la nena en brazos.
Me dio miedo de pensar en volver a la Argentina. Miedo de la seguridad acá y de las inseguridades allá.
Recién, en la YMCA, la central, a la que casi nunca voy, estaba saliendo del vestuario y no conocía bien el camino.
Veo a un hombre con un saco color bordó, similar a los que usan los trabajadores, que cuando me ve venir se prepara para darme una piña. Yo, pensando que era un empleado supuse que era un chiste, que me conocía. Pero lo miré y vi que no trabajaba acá y que era en serio. Yo venía desprevenido como para defenderme. Sin embargo sentí que le hubiera podido devolver la piña muy bien. Lo miré con cara de ¿qué te pasa a vos?, de no tenerle miedo. Detuvo el movimiento y me dijo “I feel punchy today“. Y siguió de largo.
Copyright David Mibashan.
One thought on “Coincidencias”
Muy bueno! Me recordó un cuento de Joyce Carol Oates sobre un tipo que corre y va saludando gente hasta que uno a quien saluda lo mata de una puñalada. No me acuerdo ahora el título del cuento, creo que está en “The Female of the Species”.